Diesel
Equipo Akron
18/08/2017
El pretexto fue la llegada de la temporada más calurosa del año, pero este encuentro se trata del placer de manejar y de desempeño puro.Por: Ernesto Roy
Aun cuando estos cuatro ejemplares no son competidores directos, tienen en común la capacidad de dejarnos expuestos al sol y el objetivo casi único de divertir a quien esta tras el volante, sobre cualquier otra cosa. Tras este precepto, el encuentro es válido e incluso necesario considerando que los amantes de los autos actuamos de manera menos racional, porque hay decisiones que se basan sólo en “la calentura” de manejar y de disfrutar un buen día con amigos.
Por un lado, tuvimos el Porsche 911 Targa 4S vestido con los colores de Gulf, uno de los patrocinadores más trascendentes para la marca en el mundo de la competición, cuyas tonalidades llegaron a vestir el 917K con el que compitió el piloto mexicano Pedro Rodríguez a principios de los años 70. Entre eso y que el techo abatible del Targa es uno de los sistemas más hipnotizantes que hay en la industria, era un obligado para este encuentro. Si algo sabemos, es que en Porsche no se trata de cifras brutas, sino más bien de altas capacidades de conducción. Aun así, el bóxer montado sobre el eje posterior genera 420 HP y 368 lb-pie que permiten acelerarlo de 0- 100 km/h en cuatro segundos. En pistas, o para esta ocasión carreteras de montaña, encontramos un conjunto retribuyente sobre todo en zonas de curvas enlazadas. El límite de agarre es muy alto, incluso se puede llegar a registrar más de 1.1 g de fuerza lateral cuando se circula a ritmos propios del alemán. De los elementos que destacan esta el acoplamiento motor-transmisión, siendo de los mejor gestionados de su tipo e incluso podríamos atrevernos a ubicar a la PDK como una referencia en el funcionamiento de doble embrague.
Dejamos la indiscreción del naranja y el azul para pasar a un auto aún más indiscreto, y no tanto por los colores que envisten su ancha y poderosa carrocería, sino porque el Chevrolet Camaro ZL1 Convertible suena como ninguno otro en la comparativa. Las trompetas que envisten lo que normalmente podríamos llamar puntas de escape son una de las delicias del americano. El sonido ronco, potente y profundo es sólo un síntoma de los 650 HP y 650 lb-pie que ofrece su motor V8 de 6.2 litros supercargado, acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades. Las ruedas que surten de motricidad son las traseras y vaya que se emplean a fondo cuando se cumple todo el recorrido del acelerador, pues el reto de tener tanto poder es ponerlo en el piso. El ZL1 puede ser compañero para track days, pues por el grado de prestaciones en línea recta y curvas será el ambiente donde se le pueda exigir de manera justa.
Compartiendo tonalidad con el Camaro estaba el Mini Cooper John Cooper Works. Un auto que para nada nos es desconocido pues ha sido uno de los recurrentes en nuestra redacción aunque fue invitado por el grado de diversión que ofrece, siendo el único de tracción delantera de esta congregación. Los 235 caballos de fuerza producidos por su cuatro cilindros turbocargado son suficientes para que el Mini deje una buena sonrisa en la cara cuando se elige el modo más radical de manejo. Por sus dimensiones, entre más curvas y mas cerradas, más diversión. Además, de los cuatro en línea que participaron es el que mejor sonido genera. Y podría decirse que también ofrece cierto grado de practicidad para el día a día cuando se le compara con los otros tres modelos teniendo en cuenta su capacidad de carga, los espacios para guardar objetos y portavasos.
Aún cuando los niveles de potencia registrados son menores, el Mazda MX-5 RF es uno de los autos que mayor diversión por caballo de fuerza ofrece, demostrando que no se requieren altas entregas para que la sonrisa se borre al bajar de la ruta predilecta. Si bien su sonido califica de discreto al compararse contra los otros tres, no por nada se ha vuelto un ícono. Sus puntos fuertes vienen de la mano del manejo, pues encontramos elementos como una dirección rápida, ligera y precisa, que permite apuntar con facilidad al bi-plaza.Aun cuando las aceleraciones no son inclementes, se agradece un motor que estira hasta las 6,500 vueltas. Quien les escribe se inclinaría por elegir la versión con techo de lona (más ligero) y la transmisión manual (mayor implicación para el conductor), pero esta versión RF tiene otro tipo de bondades, como lo es una estética aún más llamativa. Además fue un gusto encontrar a este pequeño japonés con el Porsche 911 Targa, pues el sistema de techo toma clara inspiración del alemán y había que hacerlos funcionar juntos.En estos cuatro ejemplares encontramos una manera única de interpretar el gusto por el manejo. Así como encontramos modelos llenos de exclusividad, también los encontramos asequibles, demostrando que en esta noble industria del automóvil aún quedan bastiones que apelan a nuestro lado más animal, cuando la tendencia va hacia la eficiencia y la practicidad.